Caminando en la noche con las manos cerradas voy en busca del humo amarillo de una sonrisa como la de ella
Ayer la llamé y no me contestó, pero yo sé que nadie había allí
Los pies, siempre miro los pies
Y las manos, siempre miro las manos
Casualmente nos encontramos, y nos dimos un beso
Tengo todavía la cicatriz de ese beso, me nació un juego en el labio
Pero las llamas eran doradas y mi alma se elevaba
Cierro los ojos
Siento la nada rondando
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2 comentarios:
vacio en el estomago----------------------desolador
Una lagrima
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