domingo, 17 de febrero de 2008

Bala

Caminando en la noche con las manos cerradas voy en busca del humo amarillo de una sonrisa como la de ella
Ayer la llamé y no me contestó, pero yo sé que nadie había allí
Los pies, siempre miro los pies
Y las manos, siempre miro las manos
Casualmente nos encontramos, y nos dimos un beso
Tengo todavía la cicatriz de ese beso, me nació un juego en el labio
Pero las llamas eran doradas y mi alma se elevaba
Cierro los ojos
Siento la nada rondando

2 comentarios:

Spermafloris Pildora dijo...

vacio en el estomago----------------------desolador

B dijo...

Una lagrima