sábado, 6 de septiembre de 2008

Estado

Miles de nombres, todos dispuestos en largas filas de arriba hacia abajo y vuelva a empezar. En otra instancia la situación parecería una larga lista de gente que murió en una guerra. Una guerra lejana, de otro país, de otra alcurnia. Aquí es dudoso que se hayan contado nuestros muertos, nuestros babosos héroes en afán de un poder absoluto por un arma al cinto. Recorrido afanoso con los ojos buscando mí nombre. Insospechada ligereza de los contiguos buscando su nombre. Mi corazón se siente estallar, una vena en mi cabeza no cesa de palpitar. Nervios, saliva, temblor, todo reunido en un mismo círculo vicioso de ansiedad. Llegado el momento sé qué cerrare los ojos, que no lo podré creer. Mi nombre no aparece en la primera vez que paso de fila en fila. Por si las dudas vuelvo a empezar. Mi nombre sé que aparecerá, que en algún momento tendrá que aparecer.

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